Creo firmemente que cada uno de nosotros tenemos una historia que contar y que nos hace diferente al resto; e incluso las marcas también tienen una historia que contar.

Somos personas con ciertas características, pero con diferente esencia, personalidad, alma. A casi todos nos gusta ver una buena película, leer un libro que nos mantenga enganchados o quizás escuchar una canción con la que nos sintamos identificados que nos evoquen a recuerdos y sentimientos encontrados. Pero, ¿qué tienen todos en común? La respuesta es sencilla todas son historias.

Tenemos que ser conscientes que desde que el ser humano existe, siempre ha habido historias que le han dado significado a su mundo y a sus vivencias. A todos nos gustan las historias que nos ayudan a comprender el mundo en el que vivimos y que nos sirven para recibir, procesar y organizar toda esa información que recibimos, pero quizás lo más relevante sea que nos gustan las historias como forma de comunicarnos.

Dicen que contar historias es la base y el reflejo de toda civilización, cultura y sociedad, por lo tanto, no podemos evitar vivir en un mundo lleno de historias.

En mí caso, crecí rodeada de historias, siempre he sido considerada como un ratón de biblioteca, continuamente leyendo y formándome. Recuerdo la primera vez que pise una biblioteca tenía 8 años y fue el comienzo de mi aventura y pasión por la literatura en todas sus versiones. Creo firmemente que toda historia nos enseña lecciones de vida y como poder vivir a través de ellas, y sin duda, todos tenemos una historia que contar, y ésta puede ser útil para alguien que se sienta identificado con ella.

Así que quizás deberías comenzar a plantearte lo de contar tu historia. Una de las preguntas que suelo escucha a menudo es: “¿Pero, para qué?… Mi vida no es tan interesante después de todo.” o “Mi empresa no tiene nada que contar, como va a tener una historia.”

Pero sin duda, están equivocados. Hay personas que no son conscientes que cada persona percibe el mundo de una manera totalmente diferente, puede que hasta ahora no te hayas dado cuenta, pero a través de las historias podemos aprender algo útil e incluso emocionarnos, y esto lo podemos hacer a través del storytelling.

¿Por qué deberías contar tu historia?

Razones por las que deberías contar tu historia.

A continuación, te expondré algunas de las razones por las cuales deberías contar tu historia.

   1. Como guía de vida.

Te ayudará a que te conozcan, a conocer tu pasado y presente, como has logrado conseguir tus sueños, metas y objetivos como empresa o como persona; e incluso ayudará a todo aquel que lea, escuche o vea tu historia y le harás sentirse identifcado o crear una conexión emocional.

Cuando un escritor, guionista, compositor… planea hacer un nuevo proyecto, el primer paso que realiza es investigar, para posteriormente, crear los personajes, su entorno, la pieza que compondrá…

De tal forma, que contará la historia desde un punto de vista reflexivo y que genere curiosidad en sus posibles interlocutores.

  2. Porque generarás una conexión emocional.

Estoy segura de que todos tenemos un libro, una canción o una película favorita e incluso si me apuras un anuncio con el que te identificaste y creaste una conexión emocional profunda.

Las historias tienen la capacidad de producir emociones y las emociones las tienen las personas. Al igual que tú te identificas con tus historias favoritas, hay muchas personas que pueden sentirse identificadas con tu historia e incluso emocionarse y engancharse con ella, de tal forma, que quizás puedas ayudar a alguien o que sirvas como inspiración.

Hay estudios que dicen que cuando nos cuentan una historia, el cerebro genera neurotransmisores como la dopamina, oxitocina y endorfina, lo que nos permite concentrarnos en la historia, estar receptivos y crear empatía con ella.

Lo que quiere decir que contar una historia significa conectar con las emociones, y lo que es mejor, nos ayudar a conectar con personas.

 3. Somos más que cabeza, también somos corazón.

Al contar tú historia, cuentas lo que haces, lo que te gusta y apasiona, de tal forma que, al compartirla, estás mostrando cómo eres en realidad sin filtros ni artificios.

Es una buena manera de demostrar todo lo que puedes ofrecer al mundo. También eres sentimientos, alma y esencia.

4. Crearás oportunidades de valor para que te conozcan.

Una de las ventajas de vivir en una era donde todos estamos conectados, es que no sabemos a quién o a dónde podemos llegar el día de mañana.

De tal forma que, si eres sincero y auténtico contando tu historia, esto te permitirá que te conozcan otras personas y te brinden nuevas oportunidades y experiencias.

5. Tú historia es única.

Cada persona o marca tiene una historia única. No debemos intentar ser como los estereotipos que saturan tanto a la sociedad, la clave está en ser diferente.

Nuestras ideas e historias pueden llegar a cambiar el mundo, aunque sea el nuestro y aportar un granito de arena (o palabras) para que éste sea un poquito más humano.

Hoy en día, las marcas raras o diferentes, e incluso las personas que son diferentes y que no hacen lo mismo que todo el mundo son los que triunfan; así que no hagas lo mismo que los demás y no te prives de dar tu opinión a la sociedad en la que vivimos.

El mundo está hecho para los valientes que se atreven a contar su historia y logran conectar con las personas.

Y tú, ¿te animas a contar tu historia?

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